Algunas especies son misteriosas y otras a veces pasan desapercibidas. Sin embargo, en el caso de los gusanos es imposible a veces detectarlos debido a su tamaño tan pequeño. Pero en el caso especial del Pirosoma, podemos decir que se trata de un espécimen marino que puede llegar a medir hasta 8 metros de largo. Por lo tanto, dondequiera que vaya se hará notar. A continuación, te contamos más detalles.
Características del Pirosoma
Según los científicos y algunos biólogos marinos, los pirosomas son colonias que trabajan al unísono para propulsar la colonia a través del agua. Están compuestos de cientos y en oportunidades hasta de miles de individuos conocidos como zooides. Son miles de clones que pueden llegar a copiarse y añadirse a la colonia, estos están conectados físicamente ya que comparten tejidos. Tienen forma de un dedal gigante con un punto en un extremo y una abertura en el otro, la cual puede llegar a medir hasta 2 metros de ancho. Suficiente como para que quepa una persona adulta.
Es importante destacar que pueden llegar a medir hasta 18 metros de largo, según el periodista científico Carl Zimmer. Los pirosomas son conocidos como una gigante manga de viento viva. Los científicos se refieren a ellos como los unicornios del mar. Según distintos biólogos marinos encargados de estudiar distintos animales de aguas profundas David Bennett, expresa que estos horribles gigantes en realidad son delicados y frágiles. Un dato curioso es que por ser bioluminiscentes, su luz azul verdosa puede apreciarse a 100 metros de distancia.
Avistamiento en nueva Zelanda
A finales de octubre del año 2018, los buceadores Steve Hathaway y Andrew Buttle narraron el encuentro con esta extraña criatura al diario New Zelanda Herald como algo fantástico y desconcertante. Ya que se trataba de una especie marina muy poco conocida y de la cual se habían obtenido muy pocos datos. El avistamiento tuvo lugar en las costas Whakaari, esta se encuentra ubicada en Nueva Zelanda en un lugar conocido como isla blanca. Al principio pensaban que se trataba de una bolsa blanca de plástico, pero al poder observar que se podía mover por sí misma, llegaron a pensar que se trataba de un gran monstruo marino.
Luego de recurrir a sus estudios de biología marina, han podido descubrir que este curioso espécimen se trata de un Pirosoma. Uno de los animales más extraños de la vida marina. Su avistamiento tuvo lugar entre 5 y 15 metros de profundidad y se movía de diferentes formas y con gran delicadeza.
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