¿Qué es la osmosis?

La osmosis, también llamada ósmosis, es el movimiento y flujo del agua o cualquier líquido, e incluso gas disuelto en solución acuosa, entre dos tipos diferentes de concentración que pueden disolverse. ¿No lo tienes claro? Pues vamos a explicarlo más detalladamente.

Se considera la ósmosis como un proceso que se relaciona con la química y con la física. Dicho proceso es esencial para que sobrevivan las células. Así pues, está igualmente relacionada con la biología.

Cómo funciona la ósmosis

En este proceso, una vez un líquido se mueve, su fin es tener la misma concentración en todos los medios. Para ello, se usa una membrana porosa que permite el paso del disolvente, el agua o cualquier líquido. Esto es conocido como transporte activo. Aquí, la célula tiene un gasto de energía, de lo contrario, se llamaría transporte pasivo.

Dicho esto, añadir que durante el proceso, la sustancia cruza la membrana porosa semipermeable con intención de disolverse. Pero la citada membrana, al ser semipermeable, no deja pasar las moléculas del soluto, solo el disolvente.

Así pues, la solución contiene una concentración más baja al atravesar la membrana, pero es más elevada en el líquido que no llega a pasar por ella. Aun así, busca equilibrarse, y sigue así, persistiendo en este efecto, hasta equilibrar la presión hidrostática.

Detalles sobre las ósmosis

Veamos más detalles interesantes sobre las osmosis. Por ejemplo, no solo aparece en procesos biológicos humanos, también la encontramos en intercambios nutricionales entre células vegetales y animales.

También se conocen diversas afecciones que se relacionan con las ósmosis de la célula. Puede provocar deshidratación por la pérdida de agua y sales minerales si no es la adecuada. Igualmente podría provocar deficiencias en el transporte de oxígeno, aparecer en grado superior al esperado en la orina, lo que recibe el nombre de poliuria, o provocar un aumento de la sed anormal, llamado polidipsia.

Otros términos que seguro que has escuchado son la osmosis inversa, la ósmosis y difusión y la presión osmótica. Veamos qué son.

Ósmosis inversa

Se produce el proceso opuesto al antes descrito. Es decir, se separa la sustancia del disolvente aplicando presión superficial, conocida como presión osmótica. Se hace en las membranas impermeables para impedir que el agua pase reduciendo el flujo normal. Generalmente se usa en el removido del alcohol en la cerveza o en el concentrado de suero láctico.

Ósmosis y difusión

Son dos clases de transporte pasivo ocurrido entre dos soluciones. Su objetivo es igualar la concentración de ambas soluciones.

Presión osmótica

Finalmente, encontramos la presión osmótica, que es externa y se ejerce sobre la solución con mayor concentración. De esta forma se impide la dilución, es decir, se evita el proceso de ósmosis.

Deseamos que te haya quedado claro este singular proceso que, por otro lado, es vital para la vida en la Tierra.

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