Alemania (1788-1860) filosofo. Arthur Schopenhauer nace en Danzig y muere en Francfort. Estudia filosofía, ciencias naturales, latín y griego en Gotinga, viaja a Berlín y estudia con Fichte. Además filosofía hindú y la obra de Goethe, en Die Welt als Wille und Vorstllung (El mundo como Voluntad y representación, 1819). Influye el Kantismo, para él la ciencia no alcanza la auténtica realidad. Pues solo mediante la intuición se capta la esencia de la naturaleza.
Entre sus obras están el ensayo Uber das Sehen und die Farben, sobre las vista y los colores1816, Uber den Willen in der Natur, sobre la voluntad en la naturaleza 1836, Ensayos sobre libre albedrio 1839, Die beiden Grundprobleme der Ethik los problemas fundamentales de la ética 1841, Parenga und Paralipomena, parerga y Paralipomena 1851. A su muerte se publican Aphorismen zur Lebensweisheit, Aforismos sobre la sabiduría de la vida 1890, Estudios sobre el pesimismo 1890, y fundamento de la moral 1902.
Índice
- Frases célebres de Arthur Schopenhauer
- El intelecto es invisible para el hombre que no tiene ninguno
- El hombre es el único animal que causa dolor a otros sin otro objeto que querer hacerlo
- Es difícil encontrar la felicidad dentro de uno mismo, pero es imposible encontrarla en otro lugar
- La persona que escribe para los tontos siempre está segura de una gran audiencia
- Casi todas nuestras penas surgen de nuestras relaciones con otras personas
- La soledad es el patrimonio de todas las almas extraordinarias
- La vida es una guerra sin treguas y morimos con las armas en la mano
- La inquietud es el sello de la existencia
- La modestia, en el hombre de talento, es cosa honesta; en los grandes genios no es más que hipocresía
- Un pesimista es un optimista en plena posesión de los hechos
- Lo que la gente llama comúnmente destino es principalmente su propia estupidez
- La fe es como el amor No puede ser impuesta por la fuerza
Frases célebres de Arthur Schopenhauer
1. El intelecto es invisible para el hombre que no tiene ninguno
La inteligencia es uno de los elementos más importantes que puede tener el ser humano. El cual le permite discernir y tomar decisiones propias.
2. El hombre es el único animal que causa dolor a otros sin otro objeto que querer hacerlo
La guerra para este pensador, era producto del hombre y sus excusas para dominar el mundo y tener poder.
3. Es difícil encontrar la felicidad dentro de uno mismo, pero es imposible encontrarla en otro lugar
Buscar la felicidad fuera es lo más común, pero el secreto empieza por nosotros mismos.
4. La persona que escribe para los tontos siempre está segura de una gran audiencia
Entre menos podamos pensar, y menos formación académica tengamos más fácil podremos ser manejados como masas.
5. Casi todas nuestras penas surgen de nuestras relaciones con otras personas
El dolor y el sufrimiento de nuestras relaciones provienen de querer que ellos sean como nosotros queremos y pensamos
6. La soledad es el patrimonio de todas las almas extraordinarias
Aprender a estar solo, es una capacidad maravillosa y una oportunidad de autoconocimiento que pocos aprovechan
7. La vida es una guerra sin treguas y morimos con las armas en la mano
Luchar cada día es lo que le da sentido a la existencia según Arthur Schopenhauer, pero en ocasiones nos sorprende la muerte.
8. La inquietud es el sello de la existencia
La curiosidad y el querer saber el por qué de las cosas es lo que ha generado la evolución humana.
9. La modestia, en el hombre de talento, es cosa honesta; en los grandes genios no es más que hipocresía
Una persona famosa toma la modestia como un arma para caer bien a otros, pero en el fondo no lo siente.
10. Un pesimista es un optimista en plena posesión de los hechos
Las personas pesimistas y negativas, solo ven lo malo de las situaciones.
11. Lo que la gente llama comúnmente destino es principalmente su propia estupidez
El destino no existe, somos nosotros los que creamos nuestro futuro.
12. La fe es como el amor: No puede ser impuesta por la fuerza
El amor es un sentimiento que debe nacer espontáneamente, no podemos forzar a alguien a amar.