Uno de los placeres más gratificante que puede tener el humano, y mediante el cual puede hacer uso para expresar el más grande sentimiento de alegría es la risa. Y es que sin duda, esta cualidad que posee toda persona permite experimentar un cumulo de sensaciones que se llegan a traducir en beneficios para nuestra salud y bienestar. No es poca cosa, sentir un momento de plenitud y relajación. Todo esto, debido a la activación del cortéx del cerebro liberando consigo impulsos eléctricos con el cual se tiende a eliminar cualquier sentimiento o energía negativa. Los niveles hormonales de dopamina, se incrementan dando consigo una sensación de bienestar. Así, se reducen los niveles del cortisol relacionados con los niveles y factores de estrés. Esto ha sido motivo suficiente, para que la comunidad científica trate de encontrar la fórmula científica para hacer reír. De ser así, estaríamos ante la posible solución a una gran cantidad de problemas de salud.
El arte de reír y hacer reír
Sigmund Freud medico neurólogo, fue muy conocido por lograr esclarecer los efectos de las risas sobre el cerebro. Y de qué manera, pudiera influir sobre este órgano las carcajadas emanadas de la risa. La risa, se convierte en un factor de integración social. Durante la etapa de desarrollo, el ser humano va desarrollando esa capacidad de expresión ante cualquier situación de gracia.
Desde la década de los años 70, se ha ido estudiando la risa y su acción terapéutica. Incluso, llegando a la conclusión de la técnica diseñada para mejora el estado integral de cualquier persona que es la risoterapia. La antigua civilización china, llegó a investigar la risa. Pues el tono de las vocales que predominan durante la risa, tienden a surtir un efecto sobre el organismo. Y es que nuestro cuerpo se encuentra perfectamente diseñado, para producir las ondas que se requiere en cada zona. Para potenciar de esta manera, diversos aspectos.
La risa en otras especies
La conducta de la risa, parece no estar limitada solo al ámbito humano. En diversas ocasiones, pueden apreciarse grupos de primates con actitudes graciosas que pudieran suponer para ellos motivos de risas. De igual manera, se cree que la risa durante el carácter evolutivo de la humanidad funcionaba como una señal de ausencia de peligro. A partir de la risa, se han logrado establecer vínculos sociales fuertes que favorecen la integración sin ningún tipo de límites. Ha sido la semiología, quien ha logrado determinar los diferentes elementos que conforman las estructuras entre los aspectos de la comicidad.
Fórmula científica para hacer reír
Han sido los estudios de imágenes neurológicas, los que han permitido demostrar el comportamiento cerebral ante cualquier estimulo de gracia que pueda desencadenar la risa. Ante un estado de depresión, el cerebro minimiza la segregación de dopamina. Es por ello, la resistencia al buen humor. Las investigaciones, no han logrado encontrar esa fórmula mágica y científica que permita descifrar el funcionamiento del cerebro ante el estímulo de una carcajada. Lo que sí está comprobado, es que intervienen diferentes factores de acuerdo a la edad, el sexo y ámbitos sociales. Sin embargo las investigaciones sobre la fórmula científica para hacer reír continúan.