Desde que el hombre comenzó a abrirse paso por todo el planeta tierra creo y diseño la vida a su estilo con el fuego. Lo que le permitiera subsistir como toda especie animal, considerando que partimos de la evolución de los primates. De hecho, el mundo esa marcado por distintos periodos en base a los descubrimientos del hombre. Sin estos elementos y descubrimientos no seriamos lo que somos hoy. Uno de estos elementos es el fuego, principal entre la evolución del hombre. Con el avanzamos en gran manera. Hoy en esta sección te hablaremos de cuando se descubrió el fuego, así que no te retires sin antes leernos.
Los descubridores del fuego
El descubrimiento del fuego es uno de los pilares fundamentales en la evolución de la humanidad. Según los estudios el descubrimiento se suscitó hace más de 790.000 años. Otros investigadores consideraron que el Homo erectus fue quien lo manipulo por primera vez.
Sin embargo en la universidad de Jerusalén, en Israel, está la respuesta a esta gran inquietud. Recientes investigaciones dieron con el hallazgo de algunos restos fósiles de cuerpos humanos en el rio Jordán. Famoso por algunos importantes hechos bíblicos. Lo resultante fue, que se encontraron claras evidencias del uso del fuego por parte de la mano humana hace de miles de años. No obstante, no queda muy clara la forma en que lo usaron, pero los rastros inciden en ropa calcinada y algunos alimentos cocidos.
Los científicos creen que obtenían fuego de los rayos y de los fenómenos naturales. Los transportaban por medio de ramas secas al lugar donde lo necesitaban. Seguramente en troncos de árboles o más ramas secas.
Los arqueólogos estudian grandes y distantes periodos, enmarcados en más de 100.000 años, lo que es una ardua tarea. Nuestros antepasados usaron el fuego para cocinar y darse calor en las noches frías con grandes fogatas. De eso estamos claros, aun así la fecha exacta no se conoce, ni el medio de descubrimiento.
El fuego es es un elemento que permitió que la humanidad avanzara a pasos agigantados. Sin el seriamos casi nada, en lo que palpamos y vivimos en nuestros días de la edad moderna.