Cuando realizamos las tareas del hogar podemos cometer algunos pequeños errores. Esta es la lista de los más comunes y que debes evitar al máximo.

1. No limpiar la esponja

La esponja que usas para lavar platos absorbe la grasa de platos y ollas y parece imposible lavarla con agua. Lava tu esponja con jabón cada vez después de que la uses y cámbiala cada 2 semanas.

2. No usar un limpiador «adicional»

Si después de limpiar usas otro limpiador «adicional» para que estén más limpias, no funciona. Sucede todo lo contrario: queda un resíduo porque la superficie ya está limpia y no hay suciedad qué eliminar.

3. No mezclar diferentes limpiadores

No debes mezclar el blanqueador con otros detergentes. Si agregas al blanqueador algo de vinagre, amoníaco o alcohol puede provocar una reacción química y, puedes intoxicarte con los vapores peligrosos. Además, puede que se te irriten los ojos o la piel.

4. Limpiar siempre con guantes

Los guantes protegen nuestras manos de los productos que usamos. Incluso los que tienen componentes naturales pueden llegar a secar las manos. La piel absorve las sustancias que tocan.

5. Nunca guardar los cepillos húmedos

Si utilizas ceptillos es importante que estén completamente secos antes de guardarlos. Las bacterias se sienten atraidas por la humedad y podría ensuciar más la casa. Deja tu cepillo al menos 10 minutos sobre una superficie seca.

6. Usar demasiado suavizante para telas

El suavizante no debe usarse para todo tipo de ropa. Algunas veces puede provocar que salga más rígida, grasosa y rugosa. Además, las toallas pueden perder la habilidad de absorber. Mira siempre si está recomendado por el fabricante.

7. El plumero no elimina el polvo

El uso del plumero no es mágico. Su efecto expandirá aún más polvo alrededor de ti. El plumero solo se debe usar después de «cargarlo». Para esto, usa una bolsa de plástico y frota el plumero girándolo a la vez. En este caso, el polvo se pegará al cepillo del plumero en vez de salir volando a todos lados. También puedes usar toallas de microfibra para retirar el polvo.

8. Olvidar el control de la televisión

Los controles, mandos de juegos y manetas de puertas acumulan una gran cantidad de microbios. No olvides limparlos con una toalla desinfectante 1 vez por semana.

9. No rociar limpiador directamente en la superficie

La manera más eficiente y segura es no rociar el detergente sobre la superficie, especialmente, si se trata de electrodomésticos. Rocía el producto sobre un paño seco, y luego frota la superficie. Usa un paño adicional (sin el producto) para retirar los restos del líquido.

Para limpiar muchas superficies (acero inoxidable, vidrio y madera) se recomienda precisamente este método. Las excepciones pueden ser solo aquellos remedios cuyas instrucciones recomiendas rociar y solo en ciertas superficies.

10. En días soleados no lavar las ventanas

El sol calienta el cristal y la ventana y cuando aplicamos el limpiador se seca antes de poder actuar. Es mejor esperar a que no haya luz directa para limpiarlas.

11. No usar Limón

Usar limón en las superficies de mármol o piedra caliza puede tornar pálido tu piso o tus encimeras. Muchas veces los limones se usan como detergentes, pero el ácido cítrico puede dañarlas. Siempre probar los productos en una zona no visible para no dañar toda la superficie.

12. Manchas sobre la alfombra no se frotan

Si derramaste vino, jugo u otra bebida, frotando la mancha solo agravarás el asunto. Además provocarás que los vellos de la tela se abran y se vuelvan ásperos. En vez de esto, debes tomar una toalla y presionarla contra la mancha para removerla.

13. Mejor la técnica del círculo

Cuando realizas movimientos en forma de S o Z, mueves la suciedad de un lado para otro. Frota la superficies con movimientos circulares suaves.